CARTA DE VINOS

La uva Albariño se macera durante cinco semanas con las pieles, como sucede con la elaboración de los vinos tintos, y tras ello pasa a una tinaja de barro durante 10 meses. Se trata de un vino naranja u orange wine, con mucha estructura, volumen y acidez equilibrada. Un vino sorprendente y de gran calidad.

En su mayoría se trata de uva muy vieja, prefiloxérica, en pie franco, que se conserva gracias a que los suelos de arena impidieron el ataque de la plaga de finales del siglo XIX y, en menor medida, a un viñedo más joven, seleccionado y de bajo rendimiento. Quintaluna expresa la frescura y el carácter genuino de la variedad verdejo. En su cuidadosa elaboración, el vino se ha mantenido unos nueve meses en depósito con sus lías junto con algunas elaboraciones en fudre y barricas. Un vino representativo de una zona. La máxima expresión del verdejo ancestral segoviano.

Anima Mundi es el nombre con que se designan los vinos biodinámicos de la bodega AT Roca, un proyecto que apuesta por una viticultura ecológica y respetuosa con la biodiversidad. Anima Mundi Pells es un vino blanco biodinámico elaborado con la variedad Macabeo en el corazón del Penedés. Agustí Torelló Sibill elabora este vino blanco con viñedos de 50 años y buscando en todo momento el equilibrio entre planta y terroir. Un acompañamiento que se lleva a cabo a lo largo de todo el ciclo vegetativo y que tiene como intención autodotar a la viña de capacidad suficiente para responder a los posibles agentes externos. Como resultado tenemos un vino blanco biodinámico, sin sulfitos que se macera y se cría con sus propias pieles durante 98 días; parte en bota de roble francés y parte en ánforas de arcilla. Anima Mundi Pells es un vino blanco tremendamente aromático, fresco y con buen volumen que pone en manifiesto el gran potencial que tiene la zona vitivinícola del Penedès.

Bodegas Rubicón elabora esta referencia, una de sus creaciones más apreciadas, a partir de uvas de malvasía de viñedos prefiloxéricos, que cultiva en parcelas ubicadas frente al Parque Nacional de Timanfaya. Como su propio nombre indica, el carácter volcánico de los suelos en los que crece el viñedo de este original blanco es su principal singularidad. Cada cepa que trabaja Bodegas Rubicón está enterrada en un hoyo de forma cónica y, a su vez, protegida de los fuertes vientos con pequeños muros de piedra. Esta forma de cultivo única en el mundo y la complicada orografía de la zona obliga a que todas las tareas en el viñedo deban ser estrictamente manuales. La misma minuciosidad también se traslada a la elaboración en bodega, donde tras la selección concienzuda de los mejores frutos, la vinificación culmina con 3 meses de crianza sobre lías que potencian su estructura y elegancia, revestidas de una intensa mineralidad.